Un ugar de culto para los amantes del buen pan, esa es la panadería y pastelería La Cremita. Con casi 20 años de historia, sus gerentes Daniel Ramos y Ángeles Aído se esfuerzan cada día por dar lo mejor a su clientela, y el germen de todo, su obrador, se encuentra ubicado en Pelagatos. En la actualidad cuentan con el obrador y con dos tiendas, en Chiclana y en San Fernando, aunque surten a gran cantidad de restaurantes.
La pareja quería ofrecer algo que les diferenciase del resto y lo han conseguido a través de la calidad de sus productos y de la innovación utilizando materias primas locales, algo que, como dice Dani “siempre tratamos de promocionar allá donde vamos”. Y así lo mostraron también en su paso por Madrid Fusión, donde presentaron, el pan de chicharrones, el croissant de tortillita de camarones o el croissant de mojama, haciendo hincapié en los productos de la tierra.
Una de las características de sus panes es la larga fermentación a la que los someten, ya que suelen tener una elaboración que oscila entre las 18 y las 48 horas, por lo que el cuidado es mucho mayor.
Uno de sus productos más vendidos, del que tienen que elaborar entre 200 y 300 piezas al día es el pan de cúrcuma, pipas de girasol y chía, vendiéndose tanto en tiendas como en restauración. Además, otra faceta de La Cremita, es ese carácter solidario, ya que han colaborado con causas solidarias, como ocurrió el pasado mes de febrero cuando crearon un pan integral cien por cien de espelta, cuyos beneficios fueron destinados a la Asociación Española contra el Cáncer. “Hacíamos diariamente entre 150 y 200. Era empezar el día y ya estaban todos encargados”, comenta Dani, por lo que se confirma la gran aceptación que tuvo.
Al preguntarle por su éxito, Daniel lo tiene claro, “la materia prima tiene que ser de calidad y, como digo a mis empleados, no lleves a otras personas lo que tú no te comerías”.